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dePLÁSTICA

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En la infancia, antes de aprender a leer y escribir, comenzamos a dibujar. Con simples garabatos, con manchas, con puntos y líneas plasmamos sobre el papel aquello que pasa por nuestra mente: un objeto, una fantasía, un sentimiento, etc.

El dibujo es, por tanto, una de la primeras formas que encontramos para “conectar” con nuestro mundo, para “expresar” nuestros sentimientos. Y aunque con el tiempo la palabra y la escritura se conviertan en el medio fundamental de expresión, la imagen será siempre un referente continuo en nuestra capacidad de comunicación.

En los libros de historia encontramos explicaciones escritas que nos hablan de ciertos acontecimientos y variados procesos; pero junto a los textos hallamos mapas y gráficos que nos permiten comprender “de un golpe de vista” lo explicado con palabras. En los libros de matemáticas es necesario explicar los teoremas y principios, pero es igualmente preciso mostrarlos “gráficamente” para su mejor comprensión. Cuando entramos en una página web buscamos información, pero no sólo escrita; por ello, son frecuentemente las imágenes las que nos conducen de un lugar a otro de la página.

En definitiva, la imagen –lo visual– es la forma más inmediata de comunicación, la más impactante y la que con menos esfuerzo puede transmitir más información. Observando con atención lo que nos rodea, imaginando formas, composiciones, colores o texturas y expresando e interpretando todo ello por medio del lenguaje gráfico-plástico, podemos comunicar a los demás todo un universo de ideas y sensaciones.

Si no puedo dibujarlo,

es que no lo entiendo.

( Albert Einstein)

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