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dePLÁSTICA

8 de marzo: día internacional

de la mujer trabajadora

LA MUJER EN EL ARTE

Lo cierto es que sí ha habido grandes artistas pero no han sido reconocidas como tales ni valoradas por la posteridad. Muchas pinturas realizadas por mujeres fueron inicialmente atribuidas a varones, lo que indicaría que no hay diferencias objetivas entre el arte realizado por mujeres o por hombres, pero cuando se verifica que la autora es una mujer, baja mucho el valor económico y simbólico de la obra. Haciendo un breve recorrido por la historia del arte se puede constatar los obstáculos a los que tuvieron que enfrentarse y superar para poder dedicarse a aquello que verdaderamente deseaban.

En el siglo XV, en Italia, se produjo un cambio en la valoración social del artista que se extendió luego por todo el Renacimiento y el Barroco. Los artistas empezaron a reivindicar que la pintura, la escultura y la arquitectura fuesen consideradas artes liberales, por lo que la formación de los artistas requería conocimientos de Geometría, Física, Aritmética y Anatomía, disciplinas que no se incluían en la formación de las mujeres.

El siglo XVIII fue una época de grandes cambios y grandes revoluciones. Durante la Ilustración se amplía poco a poco el campo profesional de las mujeres sobre todo en la enseñanza. La separación de los sexos y los diferentes programas educativos genera una mayor demanda de profesorado, preferentemente femenino, para las escuelas de niñas.

A pesar de estos logros, la discriminación es manifiesta. Continúan las mujeres siendo mayoritariamente excluidas de las Academias y de los concursos. Las Academias eran los lugares establecidos en la época para la formación de los artistas y el acceso a las mismas era controlado al máximo restringiendo la incorporación de las mujeres en la mayoría de los casos. Y las pocas mujeres que obtenían el privilegio de formar parte de las Academias tenían prohibida la asistencia a las clases de desnudo. Por este motivo las mujeres no podían consagrarse a géneros como la pintura de historia o mitológica, que implicaban un conocimiento pormenorizado del cuerpo humano, viéndose obligadas a cultivar géneros considerados "menores" como el retrato, el paisaje o la naturaleza muerta, a la vez que se les cerraban las puertas del éxito ya que en los Salones y concursos eran especialmente valorados los grandes temas históricos o mitológicos.

En el siglo XIX crece el número de mujeres dedicadas al arte y se afirma en la sociedad la idea de la mujer artista, aunque continúan teniendo los mismos problemas para acceder a las Academias pero surge otro tipo de entidades de carácter más liberal como las sociedades de artistas en general y las asociaciones de mujeres artistas en particular, que se crean para defender, sobre todo en este último caso, los intereses de estas mujeres instituyendo premios y bolsas de estudio, organizando exposiciones y luchando contra la discriminación de los organismos oficiales.

En la segunda mitad del siglo las grandes Escuelas de Bellas Artes comienzan a aceptar mujeres, pero aumentando para ellas las cuotas de inscripción y manteniendo la prohibición de copiar desnudos del natural.

Durante la primera mitad del siglo XX las mujeres se aproximan con entusiasmo al mundo de las vanguardias artísticas. Aparentemente las limitaciones que había sufrido la mujer a lo largo de toda la historia se habían superado: ya tiene acceso libre a las escuelas de pintura, pueden participar en exposiciones y concursos o copiar desnudos del natural, pero los prejuicios continúan instalados en la sociedad. Así vemos que las escuelas de arte están gestionadas por hombres, los críticos de renombre son hombres y los jurados de los concursos los componen hombres. La situación no ha cambiado mucho cuando el célebre fotógrafo Alfred Stieglitz debe defender el trabajo de su esposa, la pintora Georgia O’Keeffe durante la presentación de una exposición de su obra. No obstante, en este siglo destacan notables aportaciones artísticas de las mujeres al desarrollo del arte de vanguardia y a la construcción de una imagen moderna de la mujer.

Para contribuir a la valoración del trabajo de la mujer artista y con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, los alumnos de Educación Plástica y Visual de 2º y 3º E.S.O. han trabajado sobre diferentes artistas del s. XX que lucharon por encontrar un hueco en el mundo del arte a pesar de las dificultades que entrañaba y pese a estar a la sombra, la mayoría de ellas, del éxito artístico de sus maridos; Georgia O’Keeffe, Sonia Delaunay, Lee Krasner, Tamara de Lempicka, Frida Kahlo y Coco Chanel, además de otras que hoy en día todavía siguen en activo aportando su experiencia vital y artística como es el caso de Elizabeth Peyton y Bridget Riley, siendo una influencia importantísima para las generaciones posteriores.

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